El Geocaching es un juego de búsqueda del tesoro global que existe desde el año 2000.
A lo largo de todos estos años, se han ido creando una serie de normas no escritas, reglas de etiqueta y costumbres que solo los veteranos conocen.
Por eso, cuando alguien quiere empezar a jugar, lo más probable es que no se entere del todo de cómo van estas cosas, se frustre y lo acabe dejando.
Pero si estás leyendo este artículo, empiezas con buen pie 😉
1. Usa la web, no la app
Si entras a geocaching desde la aplicación del móvil, verás que hay muchos puntos marcados en color gris. Y si les das encima, te piden hacerte premium para verlos.
No es necesario. En el mapa de la web puedes verlos.
Si quieres tener un acceso directo a la web en el menú de inicio de tu móvil, entra a https://geocaching.com desde tu móvil y dale a esta opción:
En Android también puedes utilizar la aplicación de c:geo.
2. ¿Vale la pena meterse en el geocaching a estas alturas de la película?
Depende. ¿Hay muchos puntos como este a tu alrededor en el mapa?
Es lo que se llaman geocachés tradicionales. Si vas físicamente a ese punto, encontrarás algo escondido. Habitualmente, es un contenedor de plástico con un libro para que firmes en su interior.
Así que si ves unos cuantos de estos puntos, entonces te vale la pena, porque vas a tener entretenimiento para una temporada seguro.
Si no, es más dudoso. Si tienes puntos de otros tipos, vale la pena que leas en qué consisten para ver si te llaman la atención.
Si tampoco te convence eso, también podrías esconder cachés o jugar AdventureLabs.
3. ¿Vale la pena el premium?
Hay geocachés que no aparecen ni en el mapa de la app ni en el mapa de la web. Solo aparecen en la lista de la izquierda del mapa de la web, marcados como premium:
En mi opinión, si no tienes muchos de estos a tu alrededor, no te vale la pena. Y si tienes muchos de los gratis, aún menos.
Aun así, el premium es bastante barato. Y al pagarlo, obtienes algunas funcionalidades extra y apoyas a la empresa que está detrás de Geocaching. Los cachés premium, además, suelen estar más currados que los gratis. Si más adelante ves que el juego realmente te gusta y te engancha, es una inversión de la que no creo que te arrepientas.
4. Qué hacer al encontrar un geocaché
Cuando vayas físicamente a uno de esos puntos del mapa y encuentres tu primer geocaché:
1. Ten cuidado con la gente que esté pasando por la zona. Disimula.
🕵️♀️ La gente que no sabe qué es el geocaching (también llamados “muggles”) puede extrañarse al verte buscar algo en plena calle. Se pueden generar situaciones incómodas.
2. Ábrelo y firma el libro de firmas (también llamado “logbook”) con tu nick de geocaching y la fecha en que lo has encontrado.
ℹ️ Para facilitarte la vida, elige un nombre de usuario corto y lleva siempre un boli contigo.
3. Si además del logbook hay alguna cosa más, estas cosas pueden ser:
- Objetos de intercambio (también llamados SWAG): Te puedes llevar alguno siempre y cuando dejes a cambio algo de valor igual o superior.
- Rasterables: Son objetos con un código que debes registrar en la web de geocaching. Al registrarlo, queda documentado el viaje de este objeto. Habitualmente, el objetivo pasa por llevarlo a otro geocaché para que siga viajando. Hay muchas variaciones en torno a esto, aquí lo explican muy bien:
💰 Por más que te haga ilusión, no vas a encontrar dinero en los cachés. La diversión está en buscarlos, no en su contenido (salvo algunas excepciones que te pillarán por sorpresa).
4. Finalmente, déjalo todo en su sitio tal y como estaba. (Excepto el SWAG o el rastreable, si has decidido llevarte algo de eso, claro.)
5. Cómo registrar un “encontrado” en la web
El juego no termina cuando firmas el logbook. Ahora tienes que ir a la web y marcarlo ahí como encontrado.
Primero que todo, debes saber que no hace falta registrarlo in situ. Te puedes ir tranquilamente a tu casa y registrarlo allí.
💡 La prueba de que has estado en el geocaché es tu firma física. No hace falta que el GPS detecte que has estado ahí, como suele pasar en otros juegos, como el Pokémon Go.
Eso sí, cuando lo registres, selecciona la fecha correcta en la que lo has encontrado:
Los geocachés los esconden voluntariamente otras personas (llamados CO o Caché Owners), y cada vez que alguien registra algo en uno de sus geocachés, les llega un e-mail.
Así que, cuando vayas a escribir el comentario, piensa en ello como si estuvieses dejando un comentario en cualquier red social: lo va a leer el creador de la publicación, y lo va a leer el resto de personas que entren a la publicación. No hace falta explayarse mucho, pero al menos que se note que el comentario es personalizado para ese caché en concreto. Esto hace el juego más divertido para todos.
Eso sí, ten cuidado de no dar demasiados detalles sobre cómo está escondido, el contenedor, etc. Habla más en general o un poco críptico. Sé creativo. Decir de más no solo les puede estropear la sorpresa a otros geocachers, sino que puede hacer más fácil que algún muggle se lleve el caché. Los CO pueden borrar registros si alguien hace demasiado spoiler, y lo mismo con las fotos.
6. Qué hacer si vas pero no encuentras el geocaché
En ese caso, deja un registro de DNF (que son las siglas de “Did not find” en inglés, “No lo he encontrado”).
A este registro aplícale todo lo de la sección anterior: pon un comentario útil para el CO. Es importante que lo hagas porque, si no, el CO no se va a enterar de si puede haber algún problema.
📌 En la página del caché, puedes darle a “seguir” para ir recibiendo e-mails de nuevas visitas, así si alguien lo encuentra más adelante, sabrás a ciencia cierta que sí que está.
Si estás 100% seguro de que no está, puedes poner un registro de “Necesita mantenimiento”, pero solo como último recurso.
¡Nunca lo repongas tú! Eso es responsabilidad del CO. Solo el owner sabe a ciencia cierta cuándo un caché ha desaparecido. Si lo repones y resulta que sí que estaba, acabaríamos con un geocaché con varios contenedores y varios libros de firmas, lo cual sería bastante confuso para los próximos geocachers.
7. Esconder un geocaché
No hay requisitos mínimos para esconder un geocaché. ¡Cualquiera puede esconder uno desde el minuto cero!
Pero es recomendable haber encontrado antes unos cuantos geocachés para hacerse una idea de cómo es la experiencia y las normas.
Además, esconder un geocaché es una responsabilidad. Desde ese momento, eres el responsable de ir a reponerlo si alguien se lo lleva, de revisar el libro de firmas para que nadie se lo marque como “encontrado” sin haber estado allí, de controlar los registros que se ponen en la web, etc. Si escondes un geocaché y luego pasas de él, te pueden terminar expulsando de la web.
Todos los nuevos geocachés pasan por un proceso de revisión (que puede ser más o menos largo) para asegurarse de que todo está correcto a nivel de normativa. Los revisores no van físicamente a ver el caché, pero sí que miran que no esté muy cerca de otro y que el contenido de la descripción (también llamada “listing”) tenga sentido, etc. Los revisores también son geocachers voluntarios, ten paciencia si tardan.
8. Adventure Labs
Los Adventure Labs son otro modo de juego creado por la misma empresa. Se buscan con una app diferente, y estos sí que necesitan que estés físicamente en el sitio para funcionar.
Cuando llegas a un punto de Adventure Lab, automáticamente se te da acceso a una pregunta que debes responder sobre el sitio en el que estás. Y solo la puedes responder allí mismo.
Habitualmente, no hay ningún contenedor físico asociado a los Adventure Labs. El objetivo es conocer un sitio diferente de manera más divertida.
Ahora ya estás preparado para empezar a hacer Geocaching. Ponte ropa cómoda, cárgate de crema solar y repelente de insectos, ¡y venga, a tocar pasto! 😂
Por cierto, tal vez quieras comprarte unos guantes de jardinería, puede que tengas que meter la mano en sitios en los que no te apetecería meterla sin protección (y sí, seguimos hablando de Geocaching).
Si el juego te gusta y quieres profundizar más, hay dos recursos que me parecen muy muy buenos:
¡Buena búsqueda!